No sé. Lo ignoro. Desconozco todo el tiempo que anduve sin encontrarla nuevamente. Tal vez un siglo? Acaso. Acaso un poco menos: noventa e nueve anos. o un mes? Pudiera ser En cualquier forma un tiempo enorme, enorme, enorme Al fin como una rosa súbita repentina campánula temblando, la noticia. Saber de pronto que iba a verla otras vez, que la tendria cerca, tangible, real, como en los sueños Que explosión contenida! Que trueno sordo rondándome en la venas, estallando allá arriba bajo mi sangre, en una nocturna tespestad! Y el hallazgo, enseguida? Y la manera de saludarnos, de manera que nadie comprendiera que que esa es nuestra própria manera?, Um roce apenas, un contacto eléctrico, un apretón conspirativo, una mirada, un palpitar del corazón gritando, aullando con silenciosa. Después (ya lo sabeis desde los quince años) ese aletear de las palabras presas, palabras de ojos bajos, penintenciales, ente testigos enemigos. Todavia um amor de "lo amo", de "usted", de ...