Diario de Imaginerias

El todo por la reducción, lo impenetrable por la claridad, el infinito por la simplificación, la multiplicidad por la unidad, la ceguera por el deslumbramiento, la metafísica por el asombro, la ciencia por la adivinación, la armonía por el silencio, la elocuencia por el monólogo, la complejidad por el candor, la ultravida por el presentimiento, la esclavitud por el placer, la libertad por la evaporación, la síntesis por el éxtasis, la dicha por la embriaguez, la verdad por el espejismo y el cielo a través de un relámpago en la revelación de un beso único: he aquí los milagros del amor.

Una sola mirada bastó para dar vida a mi alma; y una sola palabra bastó también para dar muerte a mi corazón.

El cuerpo crece poco a poco, como las plantas. He aquí la Naturaleza. El alma crece de repente, apenas ama. He aquí el Milagro. Es como la luz solar, crecimiento que cuando se percibe ya ha cruzado el cielo.

Amar es sufrir por exceso de dicha. Amar es vivir por exceso de espíritu. Amar es morir por exceso de vida.

No hay más que un amor. Como no hay más que una vida. Tratad de amar lo más posible!

Hay algo más solo y más lúgubre que una sepultura: un alma que no puede amar.

Parece que ambos estamos sobre la misma cuerda. Vibrando incluso en la misma frecuencia, al mismo tono con una amplitud indescifrable. Pero de que está sucediendo no hay para mi la menor duda y como a ti me resulta completamente inevitabl e.

"...incluso un salto en el estómago o un latir de sangre en arterias y venas..." evidentemente sentimos las mismas sensaciones y te confieso que de mi parte son inevitables.

Eres realmente linda. No solo por haberte ganado la lotería genética de tu familia sino por como me haces sentir con tus palabras, con tus letras. Gracias por ese mensaje y de antemano agradezco también la visitas que me anuncias en las mañanas. Serás siempre bien recibida por este Viejo Amable aprendíz de diablo con deseos de ilustrar. Para ti siempre habrá una sonrisa, un gesto, incluso un salto en el estómago o un latir de sangre en arterias y venas. Gracias.

Talvez me acostumbré a la otra cara…la de la sonrisa, últimamente también agradezco la tuya aunque no sea evidente; me hace pasar por momentos en el que por segundos creo olvidar todo lo que roba la sonrisa de cualquier rostro en estos tiempos… por esto… no es necesario que te disculpes, te entiendo perfectamente… no obstante… un pajarito me dijo que tu sonrisa desaparece por las tardes en presencia de algunas personas, entonces desde ahora voy a visitarte por las mañanas para ver al “viejo amable” al que estoy acostumbrada.

Belleza, perdona si la impresión que te dí fue esa. De ser, pudiera estar disculpándome con vos toda la vida. Para nada mi carácter estaría signado por ello y menos hacia ti. Nunca coronaría con espinas a quien me corona con flores, tan solo con su presencia. Además soy amigo de los amigos sin ningún reparo y eso te lo pueden confirmar. Ciertamente desde hace mucho ando por senderos estresantes en este sitio. De todos modos espero y anhelo no mellar esta comunicación que al parecer poseemos. Sería realmente penoso. A mi no me cuesta ser amable todos los días. Por el contrario fui criado en esa moral con esos hábitos; ya sabes la escuela vieja, bueno por ser viejo justamente. Permítame incluirle en mi mundo al tiempo de agradecerle su siempre linda sonrisa. El diablo menos Ilustrado.